viernes, 8 de agosto de 2025

Cristina Bergua

EDAD: 16 años

SEXO: femenino

FECHA DE DESAPARICIÓN: 9 de Marzo de 1997

LUGAR DE DESAPARICIÓN: Cornellá de Llobregat

Cristina Bergua, Pitu, era una joven de 16 años, venia de una familia modesta. El padre trabajaba en una empresa metalúrgica y la madre era ama de casa.

Cristina tenia un hermano mayor que ella, Germán.

Era estudiante de bachiller y estaba repitiendo segundo curso. Su sueño era ser azafata.

Cristina tenia un novio diez años mayor que ella, con el que lleva 3 años.


Para situarnos vamos a comenzar con lo ocurrido ese fin de semana.

El Sábado fue con sus amigas a una discoteca, donde conoció a un chico que le gusto, pero al que no dio el teléfono ni nada.

Despues fue a su casa y dejo una nota a sus padres diciendo que estaría en casa de Mireia.

Esa noche llego sobre la una y estuvo un rato hablando con su madre. Hablaron de su novio Javier, y su madre le insinuó que no le gustaba ya que la veía muy encerrada con el. Cristina le dio la razón y la tranquilizo, diciéndole que no iba a tener una relación seria con el y que estaba pensando en dejar la relación.

El Domingo por la mañana salio con su amiga Marta y después comió con sus padres. A estos les dijo que por la tarde saldría con sus amigas.

Sobre las 9 de la noche, al padre le empieza a extrañar que Cristina no haya vuelto, pero a las diez esa preocupación empieza a ser desesperación. Su hora máxima de llegada son las diez y Cristina es muy puntual. Nunca se retrasa y si lo hace siempre llama.

Pide a su mujer que por favor llame a las amigas y esta lo hace. Aquí se enteran que no ha quedado con ellas, sino que ha ido a casa de Javier roman, su novio.

Juan, cada vez mas nervioso, pregunta a Germán si sabe donde vive. Este le confirma que si y se ofrece a ir el a preguntar.

El hermano de Cristina fue al domicilio de este y según dijo su actitud fue muy defensiva, brazos cruzados, no le dejo entrar… Y lo mas raro, nada preocupado.

Solo le dijo que había dejado a Cristina en una carretera de Esplugues de Llobregat a las nueve de la noche. En la esquina donde viven sus tíos, con los que, según Javier, iba a cenar.

Cuando el hermano le comenta que le han dicho las amigas que quería romper con el, lo niega categóricamente. Dice que fue una tontería de días atrás, pero que estaban juntos y muy bien. La madre confirma su coartada.

La zona en la que dice que la dejo, es una zona muy concurrida, con muchos bares y una discoteca alternativa, llamada Vaticano, frecuentada por diferentes tribus urbanas.

Germán regresa a casa y les comenta a sus padres lo que ha hablado con el. La madre llama rápidamente a los tíos para saber si Cristina esta allí y estos le confirman que no esta, ni tampoco ha estado.

A las 11 de la noche, es la madre de Cristina la que acude a casa de Javier y este le repite lo mismo.

Así entramos en el Lunes diez por la mañana y la familia formaliza la denuncia. Ya habían ido a las 22:30, pero la policia les dijo que esperaran unas horas.

Una vez formalizada la denuncia comienza la investigación de la policía y paralelamente la búsqueda de la familia.

La familia pone carteles, hablan con gente, realizan búsquedas por diferentes zonas y acuden a varios programas de TV para pedir ayuda.

La policía habla con las amigas de Cristina y todas mantienen la misma versión:

Cristina, esa tarde iba a su novio y se refieren a el como una persona agresiva, celosa y confirman que han visto a Cristina con hematomas varias veces.

Ya con todo y después de hablar con Javier Román, La policía tiene claro que es su principal sospechoso y piden una orden de registro de su domicilio.

La casa de Javier Roman es una planta baja, con un patio de luces. En ese patio de luces hay un acceso directo al alcantarillado y también es registrado por la policía.

La desesperación aumenta ya que no encuentran nada y la jueza entonces declara el secreto de sumario.

El secreto de sumario es cuando ninguna de las partes puede contar como va la investigación.

Juan desesperado, va por las comisarias entregando la foto de su hija y preguntando si saben como va la investigación. En muchas de estas comisarias ni tan siquiera sabían de la desaparición, ya que antes no se pasaban esta información entre comisarias.

Entramos en Marzo de 1997 cuando llega una carta. Esta carta afirma que Cristina esta muerta y que la tiraron a un contendedor de basura. La basura de Cornellá iba al vertedero de Garraf. En este momento nadie busco pese a la petición de la familia.

Por este tiempo, en un programa llamado Cas Obert, de la televisión catalana, Javier Román quiso dar su versión, intentando varias veces desviar la atención hacia una desaparición voluntaria: que se habia ido a Andorra, que ha escapado por el padre, que se habia ido con otro chico...

Pero la realidad es que en casa no falta nada, solo llevaba las 1500 pesetas que le dio su madre.

Justo en esos días había dinero en casa ya que el hermano iba a dar la entrada para un piso. De ser así, lo hubiera cogido para escapar.

Pasan los meses y la familia contrata al investigador privado, Jorge Colomar. Su informe tampoco aporta nada nuevo.

Al pasar el primer año, por fin se da la orden de buscar en el vertedero del Garraf. Mover toda esa basura supone un trabajo de dos años, ya que hacia mitad del trabajo se paralizo la búsqueda porque nadie se quería hacer cargo de los gastos, ni la Generalitat, ni la empresa, ni ninguna institución.

Afortunadamente la jueza pidió a la empresa que reanudasen la búsqueda bajo su responsabilidad.

Al llegar a la basura de Marzo de 1997… no estaba. Estaba la de Febrero y la de Abril. La de Marzo nadie sabe donde esta.

Paralelamente a todo esto, la familia de Cristina se entera que la familia de Javier Román han vendido la segunda residencia que tenían y han utilizado el dinero para enviar a Javier a Santo Domingo, donde por cierto años después ha cumplido una condena de 9 años por trafico de cocaína.

La familia de Cristina creo una asociación junto a otra familia, Intersos. Dedicada a ayudar en casos de desapariciones y que hacen un gran trabajo.

Lo peor de este caso es que debido al tiempo trancurrrido, ha prescrito. Lo que quiere decir que si aparece el asesino, no podría ser juzgado.


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